Por cada panel solar que alguien instala en nuestro país, la tarifa eléctrica de los demás costarricenses puede bajar.
Contrario a lo que dijo un funcionario del ICE la semana pasada, la Energía Solar Fotovoltaica, representa un ahorro para todos los costarricenses, y no solo para que el que instala los paneles.
Para saber cómo esto es posible, es importante entender que de toda la capacidad solar fotovoltaica en la que algunos costarricenses están invirtiendo sus recursos privados, representa proyectos de generación en los cuales el ICE y las otras empresas distribuidoras eléctricas no tendrán que invertir.
De esta manera, si el ICE y las otras empresas entienden esta oportunidad, y logran mantener a estos Generadores Distribuidos interconectados en la red, con costos de interconexión y trámites razonables, el ICE y las otras empresas, estarán gozando de un ahorro muy importante en inversión, operación e impuestos de plantas de generación que no deberán construir, pudiendo destinar estos recursos a fortalecer su red para tomar ventaja de estas nuevas fuentes de generación, de las cuales se estarán beneficiando sin inversión y sin riesgo, dado que otros agentes económicos privados lo estarán haciendo de manera más eficiente y con sus propios recursos.
El ICE, y las otras empresas de distribución eléctrica, deben entender esto como una cambio en su modelo de negocio, y verlo más como una oportunidad que como una amenaza, como ha sido percibido; logrando ser muy eficientes en recibir esta energía y distribuirla donde sea necesario, en lugar de tratar de sostenerse en un modelo eléctrico centralizado que alrededor del mundo se está hundiendo, ya que está siendo superado por la tecnología.
Si el ICE y las otras empresas distribuidoras de energía eléctrica no facilitan las condiciones para poder instalar estos nuevos generadores distribuidos y siguen manteniendo obstáculos, trámites largos y complejos y temas de costos que generan en muchos casos trabas para algunos de estos generadores. A partir de ahí es donde, tristemente, estos generadores distribuidos comenzarán a jugar solos, sin querer interactuar con la red, y se correría el riesgo de perder la solidaridad de nuestra matriz eléctrica, beneficiando solo a los que pueden instalar los paneles solares.
Es fundamental que el ICE y las autoridades logren comprender esta nueva realidad y abrazarla, antes de que esta les dé la espalda y cause un daño importante.
Depende del ICE y las otras compañías, manifestar su voluntad para facilitar la instalación de los proyectos de los Generadores Distribuidos, de manera que se pueda tomar ventaja y en beneficio de la mayoría de los costarricenses, o si decidiera dar la espalda a este cambio tecnológico, afectar a toda la población.
En Costa Rica, y en particular el sector eléctrico fue sumamente visionario en el siglo pasado. En buena hora de la mano del ICE podamos recuperar esta visión de futuro, en beneficio de todo el país.
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