Energía solar, eólica o hidroeléctrica: ¿cuál es mejor?

Este es un debate que se da muchísimo cuando empezamos a hablar de energías limpias y renovables. En Costa Rica, la mayoría de la energía que consumimos, es hidroeléctrica, pero ¿es la mejor para el país o para mi consumo personal o empresarial?

Acá vamos a desglosar los Pros y los Contras de cada tipo de energía para que entendamos por qué apostarle a otras energías a parte de la hidroeléctrica es importante.

 

1. Espacio físico para instalación:

Las represas hidroeléctricas (como bien lo sabemos), requieren de un monstruoso desarrollo de infraestructura, que aparte de costar bastante dinero al país, requieren de un mantenimiento riguroso. Hablamos de decenas de hectáreas naturales que tienen que ser adulteradas para poder realizar una represa. Algo similar sucede con las turbinas eólicas. Por su gran tamaño, y por la posición estratégica que deben tener, el espacio que abarcan es bastante importante.

Represa del Reventazón

Por otro lado, los paneles solares se suelen colocar prácticamente a donde sea, especialmente en lugares muchas veces subutilizados, como los techos. Se dice que, para poder abastecer a todo el planeta con energía solar, solamente requeriríamos 0,35% de toda la superficie terrestre, o un 5% del desierto del Sahara.

 

2. Intermitencia:

En este aspecto, sabemos que la energía hidroeléctrica tiene las de ganar, puesto que la certeza de que la represa tenga agua cuando se deba producir energía es muy probable (casi totalmente certero).

De segundo lugar le sigue la energía solar, que, aunque un panel no pueda generar electricidad durante todo el día y a la hora que la necesitemos, son muchas las horas en las que sí. Con estas horas normalmente es suficiente para que no necesitemos otra fuente de energía a las horas que no se produce electricidad, gracias a sistemas de almacenamiento o sistemas de generación distribuida (como la que actualmente se puede lograr en Costa Rica).

Para finalizar, la energía eólica es la más difícil de controlar puesto que la velocidad del viento es poco predecible y depende de muchísimos factores, así que este tipo de energía, es mucho menos segura a la hora de cubrir necesidades básicas de generación eléctrica.

Torres Eólicas

 

3. Impacto ambiental y humano:

La energía hidroeléctrica suele considerarse una energía totalmente limpia, pero lo cierto es que solamente en la construcción de una represa se ven afectadas poblaciones de animales y personas tanto en el río como en sus alrededores. En países tropicales, donde los humedales son hábitats ricos en biodiversidad, las represas hidroeléctricas pueden venir a destruirlos por completo por los cambios en la temperatura del agua, los embalses que no permiten la oxigenación y la limpieza natural de los ríos, así como a las pequeñas comunidades de las cuales sus actividades económicas (pesca, turismo, navegación, entre otras) pueden verse severamente afectadas. Si bien es una de las energías más útiles por su eficiencia y su facilidad de almacenamiento, es una de las menos amigables con los paisajes y la naturaleza.

La instalación de turbinas eólicas, por su lado, también pueden causar un impacto en la flora y la fauna del lugar, al tener que despejar un espacio para su colocación, causando erosión de la tierra en los paisajes donde se colocan. Sin embargo, con una buena planificación, estos efectos pueden ser menos graves y no tan dañinos para el ambiente.

La energía solar, se dice que es la energía más democrática, ya que el sol es un recurso con el que todos contamos. La instalación de paneles solares, puede acomodarse muy fácilmente a las características físicas y ambientales del lugar, haciendo que su impacto a nivel ambiental sea casi nulo. Es cierto que los paneles fotovoltaicos pueden contener materiales peligrosos que son liberados cuando el panel se daña o se desecha, sin embargo, si se le da el tratamiento adecuado a esos desechos, no habría de qué preocuparse.

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7 Mitos sobre los Vehículos Eléctricos

7 Mitos sobre los Vehículos Eléctricos

Los vehículos eléctricos se han vuelto un tema popular en los últimos años. En Costa Rica, solamente para el año 2018, se duplicó la cantidad de autos de este tipo en comparación al cierre del 2017. Escuchamos muchas cosas sobre este tipo de transporte pero, ¿realmente todo lo que escuchamos es cierto?

Hoy vamos a compartirte 7 mitos sobre estos carros y la verdad de cada uno de ellos.

1. Los vehículos eléctricos no tienen suficiente rango:

Este es una de las creencias más extendidas sobre los carros eléctricos, mucha gente sigue pensando que las baterías solo alcanzan para muy pocos kilómetros. En promedio, una persona dentro del GAM no va a manejar más de 30 kilómetros al día. En este momento, hasta el vehículo eléctrico con el menor rango puede recorrer el doble de esa distancia antes de tener que recargar la batería. Los que tienen mayor rango pueden recorrer Costa Rica prácticamente de punta a punta.

2. Duran mucho cargando la batería:

“Puedo llenar mi tanque de gasolina en 5 minutos, pero me toma mucho tiempo cargar el carro eléctrico.”

Aunque eso es técnicamente cierto, no se está tomando en cuenta cómo cambian los patrones de carga a la hora de tener un vehículo eléctrico. En un carro de combustión interna, normalmente manejamos hasta el punto donde nuestro vehículo necesita más combustible, digamos que hasta 1/4 de tanque. Después de esto, tenemos que desviarnos de nuestro camino para buscar una gasolinera, invertir 5 minutos de nuestro tiempo en llenar el tanque, y después continuar con nuestras vidas.

Si tenés un vehículo eléctrico y un espacio de parqueo donde podés enchufar tu carro todas las noches, podés amanecer todos los días con el tanque 100% cargado. Ningún desvío, nada de esperarse hasta que el tanque esté a 1/4, solo tenés que conectarlo todas las noches, o hasta menos (dependiendo cuanto manejés por día). Esta es una manera completamente diferente de cargar nuestros carros.

Los viajes largos sí pueden tomar más tiempo para cargar, pero no tanto como normalmente se piensa. En este momento, el Gobierno de Costa Rica acaba de anunciar que para finales del 2019 van a instalar 34 centros de carga rápida a lo largo de todo el país. Estos centros le permitirán a la población nacional y a los turistas moverse en un vehículo eléctrico por todo el país sin temor de quedarse sin batería.

Las personas podrán cargar el 80% de la batería de su vehículo en un tiempo estimado de 20 minutos. Por ejemplo, si vas a hacer un viaje desde San José hasta Playa Tamarindo, pasarías al frente de 4 centros de carga rápida. Es cuestión de parar en solo uno de ellos.

3. Son lentos como los carros de golf:

Los vehículos eléctricos son en general, más rápidos que los vehículos de combustión interna. Esto es por que el motor eléctrico genera el 100% del torque disponible de manera instantánea. Cuando el conductor de un vehículo eléctrico aprieta el acelerador, la transición de estacionario a velocidad es prácticamente inmediata. De hecho, el Tesla Model S es uno de los carros de producción más rápidos en el mercado. ¡Acelerando de 0 a 100 km/h en menos de 2.5 segundos!

4. La batería rinde muy poco y son muy caras de reponer:

Muchas personas comparan la longevidad de la batería de sus teléfonos a la de los vehículos eléctricos, lo cual es comparar manzanas con limones. En un teléfono celular, la degradación de la batería sucede en pocos años, pero no sucede lo mismo en un carro eléctrico. Las baterías de los VE tienen una composición química diferente, diferentes usos, y patrones de carga diferentes. De hecho, las baterías tienen garantías separadas a las del vehículo de por lo menos 160,000 kilómetros.

Con el tico promedio manejando alrededor de 12000 kilómetros al año y cambiando el carro a los 7 años, no vas a estar ni cerca de reemplazar la batería antes de cambiar el carro. Y aun así, después de acabar la vida útil de la batería, estas se pueden reciclar, al igual que el 99% de las baterías que se encuentran en los vehículos de combustión interna normales.

5. La producción de estos carro y la batería siguen siendo súper contaminantes:

Muchos estudios demuestran, que aún teniendo en cuenta las emisiones de Dióxido de Carbono asociadas a toda la vida útil del carro eléctrico, incluyendo la producción del mismo, su uso y su posterior desguace, estos emiten un 60% menos que vehículos que consumen diésel o gasolina.

Por otro lado, los vehículos eléctricos tiene baterías de litio, que si se desechan como debe ser, no causan problemas al ambiente. Además, la mayoría de los materiales que se utilizan para realizar estas baterías son reciclados y tiene algunos componentes que son vendidos para reciclaje también.

6. Son caros de mantener:

Todo lo contrario. Los vehículos eléctricos requieren muchísimo menos mantenimiento que un carro de combustión. Los vehículos eléctricos no requieren cambios de aceite ni revisiones de ajuste constantes ya que hay muchas menos partes móviles en el carro que eventualmente fallan y necesitan reposición. Los vehículos traiciones tienen más de 2000 piezas móviles en su tren motriz, los eléctricos menos de 20.

Según Renault, se estima que es un 42% más barato en toda su vida útil, ya que solamente se necesita un ajuste en el motor a los 10 años y otros pequeños y muy prácticos mantenimientos a lo largo de la vida.

7. Los carros son más costosos:

Al día de hoy, esto sigue siendo un poco cierto. Sin embargo, con el auge que han tenido estos vehículos, los precios han ido bajando a nivel mundial. Además, si hacés las matemáticas, lo que te ahorrarías en gasolina mes a mes, fácilmente se puede volver la diferencia que hay en el pago de un préstamo. Según La Nación, una persona fácilmente puede pasar de consumir ¢55.000 mensuales en gasolina a ¢5.000. Este caso es real, si querés leer un poco más al respecto podés hacerlo aquí.

Espacio de parqueo exclusivo para carros eléctricos

Estos son solamente siete de muchas ideas erradas que se tienen sobre los vehículos eléctricos. Esperamos que hayamos aclarado un poco, si vos pensabas que alguna de estas era cierta y que te animés a apostar un poco más por la energía renovable. Esto sin considerar todos los incentivos que el Gobierno del país nos da por poseer uno de ellos (no pensar en restricción, parqueos exclusivos, exoneración de impuestos, etc.).

¿Te pareció interesante este artículo? Contanos qué pensás y si has escuchado algún otro mito fuera de estos, hacénoslo saber para ver si podemos responderlo.